top of page

Biohacking para mejorar el cuerpo

  • Javier López Casarín
  • 20 jun 2019
  • 3 Min. de lectura

Para darle continuidad al tema que abordamos la semana anterior, Biohacking o mejor conocido como Biología DIY / casera puede ser una gran solución para desarrollar el potencial científico de México. Sin embargo el enfoque central del tema fue abordarlo desde un ángulo antropológico dentro de un contexto Mexicano, hoy quiero abordarlo desde un lugar distinto que ilustre de manera más detallada en qué consiste realmente este movimiento y las prácticas que se ejercen en el.


Si bien, en la actualidad Biohacking es un movimiento social biotecnológico que está creciendo entre personas, comunidades y organizaciones pequeñas que estudian biología usando métodos tradicionales como las instituciones de investigación. Es ejercido por diversos individuos con entrenamiento extensivo en investigación que enseñan y supervisan a otros biólogos DIY con poco o nada de entrenamiento formal.


Josiah Zayner es conocido en internet como una estrella de este movimiento y recientemente se encuentra bajo investigación por practicar esta medicina sin licencia. Tiene un doctorado en Biofísica y es un antiguo científico de la NASA que se enfoca en expandir conocimiento científico al hacerse procedimientos médicos a sí mismo y vende kits de ingeniería genética a personas afines al movimiento.


Dentro del biohacking existe la libertad plena de hacer con nuestro cuerpo lo que queramos y por otro lado compartir, enseñar y expandir a diferentes comunidades conocimiento y herramientas de cómo acceder libremente a él. Este movimiento en términos semánticos pretende que un individuo pueda optimizar su cuerpo mediante técnicas e implantes y posteriormente lograr una versión más sana y quizá fuerte de uno mismo. Es una tendencia científica que nace a partir de un movimiento cultural conocido como transhumanismo que de alguna manera busca la transformación y el mejoramiento holístico del ser humano a través del uso de distintas tecnologías para obtener nuevas capacidades.


Los biohackers pueden modificar el cuerpo humano para que cuente con diferentes capacidades, auto-inyectarse un preparado con la herramienta CRISPR para editar su genoma y mejorar su musculatura. Evidentemente existen posturas que se oponen directamente a este movimiento y a cualquier práctica que indague y experimente con manipulación genética. Sin embargo los científicos apuestan por que la ciencia se mantenga en manos de aquellas personas y comunidades conocedoras de los cuidados y precauciones necesarios para la correcta realización de una investigación. Habría que abogar al sentido común y a la responsabilidad en el uso de técnicas caseras para siempre actuar en beneficio del conocimiento científico bajo el código ético y moral establecido entre la comunidad y los seres humanos.


La controversia que existe alrededor del tema se centra particularmente en la accesibilidad de materiales y métodos científicos a personas sin preparación adecuada. Entre los defensores del movimiento hay compañías como Ascendance Biomedical, que a través de prácticas de ingeniería genética contribuyeron a la investigación en el tratamiento contra el VIH/SIDA y en una terapia para optimizar el metabolismo y la actividad muscular.


Por otro lado los biohackers han desarrollado tecnologías que ayudan a mejorar la calidad de vida de muchos pacientes. Por ejemplo, John Costik, un ingeniero de software de Nueva York, inventó un método para vigilar la glucosa en la sangre de su hijo enfermo de diabetes tipo 1. Creó una bomba que conectada al dispositivo Dexcom G4 y a un ordenador portátil, determina la cantidad de insulina necesaria para regular los niveles de glucosa en la sangre y la bombea al torrente sanguíneo. Si bien es cierto que una de las herramientas que utilizan los biohackers para modificar el cuerpo humano es la ingeniería genética, también se considera biohacker a todo aquel que modifica su cuerpo con diferentes dispositivos electrónicos.


El movimiento biohacking puede abrir puertas a un mundo asombroso y sorprendente de nuevos tratamientos experimentales, no obstante es importante ser conscientes y tener en cuenta los límites éticos que rodean estas prácticas. Es necesario reflexionar sobre cuál es la raya divisoria y el margen para la modificación del cuerpo humano.





 
 
 

Comments


Recibe lo último en tu inbox

©2019

bottom of page