¿Cuándo se habla de contenido?
- Javier López Casarín
- 10 sept 2019
- 3 Min. de lectura

¿Creatividad o innovación?
Es muy común que hoy en día todos los jóvenes hablen de Contenido. Empresas surgen todos los días en México “haciendo contenido”, miles de startups se han convertido en fábricas de contenido y particularmente en generadoras de supuesto “buen contenido” y el buen contenido se convirtió en algo más mucho complejo que un simple video de youtube. Las redes saturan nuestro news feed de contenido sin fondo ni forma y los grandes publishers invaden el ecosistema digital de contenido sin substancia.
Por otro lado, a mí me gusta pensar que el proceso de innovación se cumple al generar buen contenido, que finalmente es la narrativa perfecta de una buena historia. El storytelling es esencial para mantener a la gente interesada y la información de valor más que nunca hoy en día vital. Busco en google “buen contenido” y me salen más de 200 páginas especializadas a enseñarte cómo crear buen contenido, desde páginas de marketing hasta agencias creativas especializadas. Sin embargo, regresando al tema central de todos mis artículos, el proceso de innovación es exactamente el mismo que el crear o contar una buena historia. Es decir, hoy en día los creativos tienen el gran reto de crear buen contenido como todos tenemos el gran reto de constantemente innovar. La innovación es el proceso mediante el cual pensamos de forma distinta. Es decir, es el reto a pensar de forma diferente en un proceso de creación. La creatividad y la innovación van de la mano. Por ejemplo, hablemos del contenido que ofrecen los grandes gigantes de streaming, la batalla final siempre la va a ganar el que genere mejor calidad de contenido.
Regresemos a la era en dónde no existía Netflix. Cuando llegó a México la gente estaba escéptica acerca de pagar mensualidades por contenido en internet. Para muchos la idea sonaba solamente a pagar 99 pesos al mes por los mismos programas que había en la televisión y tal vez con la calidad de imagen de un video de Youtube, es decir, poco atractiva.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que la gente –comenzando por los millennials– aceptara esta nueva manera de consumo y dejara atrás los viejos servicios de cable en donde tenían acceso a más de 100 canales pero sólo veían 4 de ellos durante dos horas al día.

En poco tiempo el paisaje se transformó y Netflix dominó los siguientes años. Poco después Televisa sacó todo su contenido de Netflix y creó Blim con la intención de ser la competencia directa del gigante del streaming. Por su parte América Móvil lanzó Claro Video que no ha tenido una gran carpeta de contenido original pero con las alianzas que ha logrado, y al estar incluído en los paquetes de telefonía e Internet de Telmex, se ha posicionado como el segundo servicio de streaming con más suscriptores en el país, además del crecimiento de plataformas como HBO Go y Amazon Prime. Sin embargo, aunque Claro Video tenga más suscriptores, no compite en contenido y sin duda Netflix, HBO y Amazon lo han hecho mejor, y veamos que sucede el 12 de noviembre cuando Disney + y Apple Tv + salgan al mercado estadounidense.
México es un punto estratégico para todos estos servicios por la cercanía con Estados Unidos que ha permitido seamos uno de los principales consumidores de productos culturales anglosajones. El camino hacia la generación de contenido y la digitalización es cada vez más fuerte y depende de nosotros empezar a consumir, disfrutar, criticar y cuestionar. La creatividad y la innovación van de la mano, es complicado que tengas uno sin el otro.
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